Daños económicos

Cuando piensas en tus pérdidas tras sufrir lesiones en un accidente, probablemente pienses en pérdidas económicas. Estas pérdidas incluyen todo lo que pagaste o te hiciste legalmente responsable de pagar debido a tu accidente, como facturas médicas, sustitución del coche, etc. Estas pérdidas también incluyen los ingresos que deberías haber obtenido de tu trabajo, pero que no pudiste obtener debido a tus lesiones.

La indemnización que recibes en forma de daños económicos tiene por objeto devolverte a la misma situación económica que tenías antes del accidente. Sin embargo, debes demostrar que tu accidente causó esas pérdidas económicas y que los importes eran razonables y necesarios.

¿Qué son los daños económicos?

¿Qué son los daños económicos?

Los daños económicos son un tipo de indemnización que puedes recuperar en un reclamo por lesiones personales. Estos daños cubren las pérdidas económicas que sufriste a causa de tu accidente. Puede incluir tus pérdidas materiales y los costos asociados, como reparar o sustituir tu coche. También incluye el costo de alquilar un vehículo hasta que consigas otro.

Pero la mayor parte de tus pérdidas económicas proceden de tus lesiones y del costo de tratarlas. Esto incluye las facturas médicas pasadas y futuras. Si ya las pagaste, tu indemnización te reembolsa los pagos. Si no las pagaste, tu indemnización te permite pagarlas y evitar cualquier problema legal por impago.

Las pérdidas económicas pueden incluir también la pérdida de oportunidades financieras. Si tus lesiones te incapacitaron para trabajar, tu indemnización debe cubrir los ingresos que habrías obtenido.

Ejemplos de daños económicos

Algunos ejemplos comunes de pérdidas por las que pueden indemnizarte los daños económicos son:

Gastos médicos

Puedes solicitar una indemnización por daños y perjuicios económicos para compensarte por los costos médicos razonables y necesarios. Estos costos pueden cubrir:

  • Gastos de ambulancia
  • Costos de la sala de urgencias
  • Visitas al médico
  • Cirugía
  • Procedimientos hospitalarios
  • Fisioterapia
  • Asesoramiento en salud mental
  • Medicación

Tu indemnización puede cubrir el costo del tratamiento médico tanto pasado como futuro. Por ejemplo, si sufriste una hernia discal en un accidente de coche, tu médico podría recomendarte una eventual discectomía y cirugía de fusión vertebral a medida que se deteriore el disco. En este caso, tu reclamo podría cubrir esta intervención inevitable.

Gastos de bolsillo

Para recibir un tratamiento completo, puede que tengas que incurrir en gastos adicionales, que quizá tengas que pagar de tu bolsillo.

Algunos gastos corrientes por los que puedes reclamar una indemnización son:

  • Gastos de viaje para recibir atención médica, incluidos pasajes, combustible, alojamiento y comida
  • Estacionamiento
  • Compartir coche o taxi
  • Rampas para sillas de ruedas y barras de apoyo
  • Andadores, bastones, sillas de ruedas y muletas
  • Camas de hospital a domicilio

Sin embargo, tus gastos de bolsillo deben ser razonables y necesarios. Razonables, significa que no pagaste de más, y necesarios, significa que no tenías ningún sustituto que cumpliera el tratamiento prescrito por tu médico.

Pérdida de ingresos

La pérdida de ingresos incluye:

  • Salarios no devengados por tiempo de recuperación y citas médicas
  • Reducción salarial por trabajo ligero o jornada reducida
  • Oportunidades económicas perdidas para empresarios y autónomos

Podrías asignar un valor a tus ingresos perdidos mostrando cuántas horas sueles trabajar. Si trabajas por cuenta propia, podrías demostrar lo que habrías ganado con los trabajos por contrato que recibiste pero no pudiste completar.

Disminución de la capacidad de ganancia

Cuando sufres una lesión, puede que tengas que cambiar de trabajo o dejar de trabajar del todo. La disminución de la capacidad de ganancia representa los ingresos futuros que podrías haber obtenido pero no puedes debido a la incapacidad.

Para calcular la capacidad laboral disminuida, cuentas todos tus ingresos futuros durante el resto de tu vida laboral. Por ejemplo, supongamos que te fracturas el cráneo y sufres una lesión cerebral en un accidente por resbalón y caída. Como consecuencia, debes dejar tu trabajo de contable.

Tu capacidad laboral disminuida cubre tu salario hasta que te hubieras jubilado. Así, si tu accidente ocurrió a los 45 años, podrías reclamar 20 años de sueldo futuro.

Probar tus daños económicos

Dado que los daños económicos representan costos y pérdidas financieras, debes probarlos con registros financieros, tales como:

  • Recibos
  • Extractos bancarios y de tarjetas de crédito
  • Comprobantes de pagos
  • Facturas médicas
  • Presupuestos de reparación

Solo debes tener en cuenta que únicamente puedes cobrar una indemnización por gastos razonables y necesarios o por una pérdida de ingresos razonablemente segura. De lo contrario, un perito de siniestros o un jurado podrían reducir el valor o excluirlo por completo.

El papel del abogado de lesiones

Una de las contribuciones más importantes de un abogado de lesiones se produce al principio del caso, momento en el que tu abogado evaluará el valor de tu caso y calculará cuánto podrías esperar razonablemente del mismo. Esta evaluación ayudará a determinar si recibes una oferta de acuerdo justa por tus lesiones.

Los daños económicos tienen por objeto devolverte a tu situación económica inicial. Sin embargo, no son el final de tu reclamo por daños. Ponte en contacto con Curiel & Runion Car Accident and Personal Injury Lawyers para una consulta gratuita al (602) 595-5559.